Ello sin contar que prohíbe participar directamente, a quién no esté destinado a 50 Km. como mínimo de la vacante anunciada como norma general. Más claro, se anuncian dos en Juzgados de Instrucción de Valencia. Cerca de dos mil compañeros tienen vetadas esas plazas. Es decir el escalafón, la antigüedad, la experiencia o la dedicación no computan para nada, y se deja en manos de la Administración un buen porcentaje de vacantes.
Para rizar el rizo, produce una inseguridad jurídica tremenda. Entre los titulares porque ante una vacante se puede encontrar, en un corto plazo de tiempo con dos compañeros distintos, con distintos conocimientos, con o sin experiencia y además teniendo que perder el tiempo primero con un y después con otro en enseñarles la mecánica de trabajo. A los interinos, porque cuando les dan un puesto de trabajo, nunca saben si su vacante se ofrecerá al poco tiempo en comisión de servicios.
Y todo ello con la aceptación tácita, cantada e incluso aplaudida por los sindicatos que entonces estaban en la mesa de negociación. Sin duda, incliuso la inexistente regulación anterior, era mejor que lo actual.