Desde hace meses, la relación entre la Conselleria de Justicia y los sindicatos pasa por horas bajas; existe una dejadez informativa, colaborativa y organizativa. La Administración se aferra a la eterna excusa de que carece de efectivos, de que no cuenta con los medios personales suficientes para hacer frente a la avalancha de trabajo diaria. De hecho, es casi imposible que cojan el teléfono o contesten los emails con las diferentes dudas que les trasladamos. Por no hablar del “Silencio Administrativo constante”, sin una sola respuesta a los escritos que les remitimos; un silencio inexplicable y sospechoso que hace aún más patente su incapacidad para dar soluciones.
Lo realmente preocupante es que no den solución a la mayoría del personal de Justicia que se dirige a su empleador para solucionar temas de nóminas, permisos, bajas, cobertura de plazas por personal interino, etc. Este personal no encuentra a ningún interlocutor de la Administración que les atienda y muchas veces confía en las organizaciones sindicales para que gestionemos estos problemas, pero tampoco encontramos a nadie que los solucione.
Toda esta situación, que como insistimos -viene de muchos meses atrás- se ha visto agravada por la pandemia ocasionada por el COVID 19. Cierto es que esta crisis sanitaria nos ha cogido a todos por sorpresa, pero también es verdad que la responsabilidad de la Administración pasa por la toma ágil y rápida de decisiones, como por ejemplo la regulación del teletrabajo o del permiso por deber inexcusable para funcionarios que en su ámbito familiar sufran un contagio y deban permanecer en casa. Por todo ello, nos reafirmamos en que la flagrante incompetencia de esta Administración.
La desidia y dejadez van más allá de los medios con los que cuentan. La falta de interés y respeto de la Conselleria hacia el personal de Justicia se evidencia con ejemplos como: meses después de haberse levantado el confinamiento, muchos puestos de trabajo siguen vacíos, ya sea por jubilaciones, licencias por maternidad o bajas de larga duración. Tenemos además, una bolsa de trabajo que se publicó en 2012 y que a día de hoy se encuentra agotada, con otra nueva bolsa de trabajo que veremos cuándo entra en vigor; medidas de adecuación y modernización emprendidas a marchas forzadas, pero sin tener en cuenta las necesidades de los trabajadores, infraestructuras deficientes y un largo etcétera.
Las continuas reclamaciones por parte de todos los Sindicatos, de las Juntas de Personal, de los Delegados de Prevención de Riesgos, de los compañeros, incluso las quejas de la ciudadanía ponen de manifiesto que nuestra Administración de Justicia pasa por una profunda crisis. Los problemas de la justicia siguen alargándose en el tiempo, por la falta de medios materiales y personales, pero sobre todo, por falta de intención política, sin que se atisbe ninguna luz al final del túnel.