Este es el principal motivo por el que no hay que perderse mucho por la prensa, más todavía cuando dicen categoricamente que los funcionarios tenemos un privilegio en forma de seguro privado, lo cual es radicalmente falso, porque la realidad es que pertenecemos a un régimen de seguridad social de carácter tan público como el Régimen General de la Seguridad Social, y que se sostiene igualmente con fondos públicos y de las aportaciones de las nóminas de los trabajadores, por eso hay que tener mucho cuidado cuando pensando que se hace un favor, se arma todo tipo de revuelo consiguiendo como traducción ante la opinión pública que disfrutamos de un privilegio.