21 de noviembre de 2019
¿Que pasa con las bolsas de trabajo?
Hace año y medio que la Consellería dió por cerrada la negociación de la bolsas de trabajo de Cuerpos Generales, y a la nueva y nefasta regulación, que STAJ rechaza rotundamente, se añade un nuevo handicap: la realización de las pruebas selectivas para los diferentes Cuerpos y la ampliación a un mínimo de 10 aprobados en el primer ejercicio de cada oposición, lo que operará sin duda, en contra del colectivo más débil y númeroso de nuestra Administración, como son las mujeres y especialmente las mayores de 50 años, lo que choca con la cerrazón de una administración que se autoproclama progresista y feminista.
Sin entrar en valoraciones sobre las puntuaciones, y los requisitos excluyentes que la propia administración ha puesto gratuitamente, STAJ ha primado en la negociación la existencia de una regulación equilibrada entre la experiencia y la titulación, lo que abre las puertas a dos sectores de personas: las que tienen experiencia, y las que tienen conocimientos aunque no experiencia. Sin embargo hemos de afirmar sin tapujos que la Consellería ha optado por echar a unas para poner a otras !La operación que pretende no tiene otro nombre!
¿Que supone esto? Pues sufrimiento para quienes se van a quedar sin trabajo para siempre, es decir, curriculum de interina en Administración de Justicia, y 50 años de edad, y quienes van a cubrir directamente un montón de puestos sin ningún tipo de experiencia. Es decir, más sufrimiento, tal como estamos viendo que ocurre últimamente, con personal interino que es rechazado directamente o que opta por una baja laboral o una renuncia.
La regulación que ha aprobado la Consellería y que además ni publica ni convoca, seguramente con toda la intención del mundo, supone que en breve un montón de gente con escasa o ninguna experiencia se va a enfrentar a puestos de trabajo que nadie quiere, o que han sido abandonados durante algún tiempo por razón de ausencia legal, lo que se traducirá sin duda en situaciones de estrés tanto a nivel personal como del órgano, con todo lo que ello comporta.
STAJ apuesta y siempre ha apostado por una regulación coherente, que prime tanto la experiencia como los conocimientos en sus justos términos, y se produzca una transición sosegada, cabal, y nada traumática en las distintas bolsas. Y en esa línea vamos a seguir trabajando, aunque cada vez nos lo pongan más difícil.