23 de diciembre de 2019

La bolsa de interinos, el feminismo y las contradicciones de la Consellera

Se nos ha convocado a una mesa el próximo día 26 para hacer cambios al proyecto de bolsas de interinos de Justicia en nuestra Comunidad. Un proyecto que aprobó unilateralmente la propia Consellería hace aproximadamente hace año y medio.

En unidad sindical hemos notificado a la Consellería nuestra intención no acudir a esa pantomima de negociación, porque lo único que pretende es cambiar a unos interinos por otros sin ninguna razón que lo justifique. Cada sindicato tendrá sus razones, pero resulta evidente que la convocatoria sólo persigue hacer un paripé, en lugar de una negociación como ya se nos anunció.

La propia Sra. Bravo nos dijo recientemente que las bolsas están vacías (aunque lleven año y medio sin publicar la Orden y convocarla), y que la gente que está entrando ahora carece de experiencia, lo que se traduce en falta de práctica y por lo tanto de la eficiencia debida. Sin embargo a continuación no dudó en decir, sin venir a cuento, que lo que no se podía pretender es estar toda la vida en la bolsa de trabajo.

Llegado a este punto hay que poner blanco sobre negro lo siguiente:

1.- La Consellera pone el dedo en la llaga, lo principal es el servicio, y el personal o aspirantes a la bolsa con experiencia deberían tener cierta preferencia, sin que ello suponga en ningún caso dejar fuera a los aspirantes nuevos. Eso se consigue con una nivelación adecuada de los méritos a baremar para pertenecer a las bolsas.

2.- Ocurre que la mayor parte de las integrantes de la bolsa son mujeres de más de 50 años (también algunos hombres), a las que con la nueva baremación que pretende, va a dejar injustificadamente en la calle. Precisamente a las personas que pueden aportar experiencia y equilibrio en el ejercicio interino de la función,  las que conocen la aplicación informática que se utilliza y las normas procesales que rigen los procedimientos. Esto por lo visto no merece ningún tratamiento, ni puntuación especial.

3.- Si la bolsa únicamente pone como preferente al personal que ha aprobado las pruebas de una oposición sin haberla superado, ocurrirá que tendremos en los distintos Órganos judiciales a personal que sabrá mucha teoría, pero nada de como funciona un juzgado y de como se trabaja en él. Es decir, un auténtico desastre (esta es la contradicción de sus tesis), amen de  dejar en la calle, por puro capricho y con su feminismo por bandera, a un montón de señoras que en su mayoría han mostrado interés, dedicación y buen hacer, aunque no hayan superado, por distintos motivos, una oposición (al fin y al cabo a quienes quiere poner ahora en su lugar tampoco la han superado).

A eso se le llama feminismo del bueno, a dejar en el paro a un montón de mujeres con cierta edad porque sí. Y ya nos contará donde van a trabajar y de que van a vivir, sobre todo en el caso de que su sueldo sea el único que entra en casa.

4.- La solución, desde STAJ, se la hemos repetido en innumerables ocasiones: puntuación adecuada que apueste claramente por la experiencia y la renovación de las bolsas, como forma transitoria para un verdadero y ordenado cambio en las mismas, que es lo contrario de esta chulería, autoritarismo y falta de sentido común, o sea, para que se vea quién manda.

Así no vamos a ninguna parte. Lo último, es que para ello nos han convocado a una Mesa Técnica, lo que supone que pretenden alargar todavía más el plazo para que mientras se desarrollen unas oposiciones, que por primera vez tendrán más aprobados que nunca, por ser una oferta especial, a ver si así consiguen echarlas a todas.

En resumen la suma de presunta eficacia, falso feminismo y poder machote, nos van a llevar directamente al caos.