Todos conocemos la situación de los juzgados con carácter general y no es ningún secreto con qué carga de trabajo lidian a diario los compañeros de Primera Instancia. Si añades a la ajetreada "normalidad" de los mismos una crisis sanitaria mundial, el resultado es desolador. El trabajo se acumula a pesar del alto ritmo constante que soportan los funcionarios, y la situación empieza a volverse insostenible.
La prolongación de jornada ofrecida por la administración es un parche, pero demasiado pequeño. Reclamamos más personal pero no de forma puntual, la creación de las plazas extras hace años amortizadas sería la opción más coherente o una asignación de refuerzos más permanente, y en todo caso, si la administración pretende poner al día estos juzgados sólo con prolongaciones de jornada, que posibilite acogerse a la misma a todo el personal del juzgado que lo considere necesario.
Seguiremos luchando por un reparto equitativo de carga de trabajo, nadie merece más, ni menos.
