2 de diciembre de 2025
Incumpliendo promesas
El día de ayer se dejó una sensación muy amarga de cómo funciona esta Administración.
La propuesta de renovación de refuerzos, lejos de reflejar el compromiso anunciado por la Dirección General, ha revelado una realidad que nadie esperaba.
En lugar de prorrogar, crear y ampliar los refuerzos existentes, se ha optado por reducirlos.
Un mensaje profundamente decepcionante para quienes sostienen el trabajo diario en los partidos judiciales más tensionados y aquellos otros que por la implantación de la NUMO fase III (en concreto juzgados de lo social de Valencia) , se han quedado con menos personal a consecuencia de amortizaciones de plazas para después crear un nuevo servicio de apoyo gubernativo , adscrito a la Sala de gobierno del TSJ.
Todo esto supone un gran agravio para los compañeros que se quedan en dichos juzgados con menos personal, con mesas vacías las cuales van a tener que ser repartidas entre el resto , con lo que su pone todo ello para la carga de trabajo ya existente de por sí.
Por una parte , la Dirección General había asegurado que haría todo lo posible por respaldar tanto los partidos judiciales de pueblos , prorrogando los refuerzos actualmente en funcionamiento y creando nuevos allí donde la carga judicial lo exigiera además de crearlos en aquellos juzgados afectados por las amortizaciones fruto de la creación del nuevo servicio adscrito a la Secretaría de Gobierno.
Esa promesa fue recibida como un gesto de responsabilidad y como una muestra de sensibilidad hacia quienes lidian con situaciones de enorme presión.
Sin embargo, la sorpresa de hoy ha sido tan contundente como incomprensible. No solo no se han creado los refuerzos prometidos, sino que se han eliminado algunos de los ya existentes. Un giro que contradice no solo las palabras, sino la lógica básica de apoyo hacia los compañeros que sostienen estos juzgados.
El personal destinado en estos partidos judiciales no puede más. Están agotados física y mentalmente, trabajando al límite día tras día, sin los recursos necesarios y sintiéndose completamente abandonados por una Administración que, mientras presume de compromiso, permite que el desgaste y la sobrecarga recaigan siempre sobre los mismos. Esta situación no es sostenible ni humana, y hacerlo ver no es una queja, es una advertencia urgente.
Y lo que resulta aún más indignante es comprobar cómo, para grabar vídeos en redes sociales reuniéndose para tratar la problemática de estos partidos judiciales y mostrando una supuesta cercanía con sus problemas, sí hay tiempo y voluntad. Sin embargo, cuando llega el momento de adoptar decisiones reales, efectivas y necesarias ,la respuesta es hundirlos retirando los pocos recursos que tenían. Una puesta en escena fascinante de cara a la galeria, digna de las mejores escuelas de arte dramático, pero nula acción.
Desde este sindicato exigimos de manera contundente que no se elimine ningún refuerzo y que se creen nuevos allí donde la situación lo requiera. No se trata de una reivindicación oportunista, se trata de una necesidad urgente para proteger la salud, la dignidad y la eficacia del trabajo de los compañeros que cada día sostienen la Justicia en los territorios más vulnerables.
Rectificar aún es posible. Y es imprescindible. La Dirección General tiene la responsabilidad de cumplir lo que prometió y de actuar con coherencia, especialmente cuando está en juego el bienestar de quienes se están dejando la piel día a día.
Porque las promesas incumplidas no solo generan desconfianza, dejan en evidencia una desconexión peligrosa entre los despachos donde se toman las decisiones y los juzgados donde se vive una realidad cada vez más dura en la administración de justicia.
